«La contribución del Budismo a la paz»: charla-coloquio en el Grupo de Diálogo Interreligioso de Lleida

El pasado 4 de marzo Lama Yeshe Chödrön fue invitada, como representante del budismo tibetano, a dar una charla-coloquio con el título «La contribución del Budismo a la paz», en un encuentro del Grupo de Diálogo Interreligioso de Lleida, que tuvo lugar en la Academia Mariana.

El evento estaba enmarcado en una serie de encuentros en los que miembros de distintas tradiciones religiosas indagan sobre cómo se cultiva la paz en el seno de su tradición y cómo se comparte esta paz con la sociedad, con tal de construir entre todos un mundo mejor.

Lama Yeshe Chödrön expuso en primer lugar sus reflexiones y después respondió las cuestiones que se le plantearon desde las distintas tradiciones, en un diálogo que resultó muy enriquecedor para todos los participantes.

Compartimos un extracto de su aportación:

Creemos que el cultivo de la paz y la armonía interna es el comienzo de la paz y la armonía externa, en nuestra sociedad. Cada vez que nos sentamos a meditar estamos colaborando a hacer un mundo mejor. Cada palabra ética, cada muestra de generosidad, cada pequeño incremento de la paciencia, cada pequeña comprensión de la transitoriedad, contribuyen a construir el mundo en el que queremos vivir, a generar armonía en nuestras relaciones y a soltar el apego a lo mundano de esta vida, que nos hace perder tanto tiempo y energía y que es fuente de tanto sufrimiento y frustraciones.

Debemos aprovechar la oportunidad de cultivar la paz y la armonía hoy, aquí, ahora mismo. Con estos cuerpos transitorios que tenemos, abocados a la enfermedad, la vejez y la muerte, no sabemos qué será de nosotros mañana, o tal vez dentro de una hora. Lo más inteligente es ponernos manos a la obra ahora, y dejar de vendernos la idea de que mañana ya tendremos tiempo.

Aprender a tener paz en la mente durante la vida nos garantizará tener paz en la mente en el momento de la muerte. Morir en paz tal vez será la evidencia más clara de que en vida habremos cultivado la paz.